Durante buena parte de la historia documentada ha habido madrugadores y noctámbulos. Algunas personas se duermen y se despiertan antes de forma natural, mientras que otras sienten un subidón de energía cerca de la puesta de sol. Estudios recientes están descubriendo que estas diferencias pueden tener graves consecuencias para la salud.
Los búhos nocturnos y su ritmo circadiano
Las diferencias en los patrones de sueño suelen ser inherentes. Estudios recientes en cronobiología han descubierto que el cronotipo de cada uno, o ritmo interno innato, es en gran medida genético. Un estudio publicado en 2012 en Annals of Neurology identificó un gen llamado PER1 como uno de los factores que determinan si una persona es madrugadora o noctámbula. Se cree que hay varios genes que afectan al ritmo circadiano y pueden contribuir a la sincronización del ciclo de sueño de una persona.
Los inconvenientes de trasnochar

Dado que los noctámbulos suelen dormir menos y comer a horas intempestivas, los investigadores atribuyeron durante mucho tiempo el aumento de las enfermedades crónicas a factores relacionados con el estilo de vida. Sin embargo, un nuevo estudio ha descubierto que incluso los cronotipos nocturnos que duermen mucho y bien tienen un mayor riesgo de padecer enfermedades.
Los búhos nocturnos y el síndrome metabólico
Un estudio reciente examinó las diferencias de salud entre los noctámbulos y los madrugadores. Los participantes en el estudio recibieron un cuestionario para determinar sus patrones de sueño y, a continuación, fueron sometidos a diversas pruebas médicas. Estas pruebas incluían muestras de sangre, pruebas de grasa corporal y masa magra, y tomografías computarizadas para determinar la ubicación de la grasa corporal. Además, informaron sobre sus hábitos alimentarios, rutinas de ejercicio y una serie de factores relacionados con su estilo de vida.
Los resultados no fueron sorprendentes: En general, los noctámbulos son más propensos a comer tarde por la noche, consumir tabaco, hacer menos ejercicio y dormir menos. Además, son más propensos a desarrollar diabetes o síndrome metabólico y a sufrir una pérdida de masa muscular. Sin embargo, los investigadores se sorprendieron al descubrir que los búhos nocturnos eran más propensos a tener efectos negativos sobre la salud incluso cuando dormían lo suficiente y llevaban un estilo de vida saludable.
¿Qué es el síndrome metabólico?

La noticia de que los búhos nocturnos tienen más probabilidades de padecer síndrome metabólico y de desarrollar las enfermedades asociadas a él puede sonar como una mala noticia para las personas que son cronotipos nocturnos. Sin embargo, saber que una persona tiene un riesgo más elevado puede ser realmente beneficioso. Las personas con mayor riesgo de padecer síndrome metabólico y enfermedades relacionadas saben que pueden ser necesarias más pruebas de detección y un tratamiento más precoz. Estas intervenciones pueden salvar vidas.
¿Qué pueden hacer los noctámbulos para mejorar su salud?

En segundo lugar, los búhos nocturnos suelen ser capaces de modificar su ritmo circadiano natural unas horas, lo que les permite dormirse antes, tener un sueño de calidad y despertarse temprano por la mañana. Por ejemplo, tomar un suplemento de melatonina antes de la hora deseada de acostarse puede ayudar a los cronotipos nocturnos a tener sueño a una hora más temprana. Utilizar un despertador con luz también puede ayudar, ya que la luz estimula la liberación de hormonas asociadas a la vigilia.
Los estudios en cronobiología están descubriendo que los ciclos de sueño-vigilia tienen un efecto inmenso en la salud general. Tanto dormir lo suficiente como un sueño de calidad son importantes para los numerosos procesos fisiológicos que tienen lugar durante el sueño, incluida la reparación del ADN. Aunque puede resultar difícil para un noctámbulo modificar su ritmo circadiano natural, este esfuerzo puede compensarse con una mejor salud y más energía a lo largo de la vida.




