Los científicos están empezando a comprender la relación del cerebro humano con el tiempo. Sabemos desde hace décadas que el cuerpo funciona con ritmos circadianos, con ciclos que se repiten cada 24 horas. En realidad, nuestro cuerpo funciona con varios relojes diferentes: el crecimiento celular, la liberación de hormonas y otras actividades cotidianas están conectadas a un ciclo basado en el sueño, los niveles de luz y oscuridad y otros factores. La cronobiología estudia nuestros relojes internos y cómo se ven afectados por lo que consumimos y cuándo lo hacemos. Así que, naturalmente, muchos cronobiólogos esperan descubrir un gran avance en la forma de combatir el cáncer. Puede que algunos ya lo hayan hecho.
Cronobiología y cáncer
Cronobiólogos de todo el mundo intentan comprender mejor los relojes internos del cuerpo humano y muchos esperan que esa comprensión pueda ser la clave para un mejor tratamiento del cáncer. Estos relojes internos controlan el crecimiento celular, por lo que cualquier cambio en su funcionamiento puede provocar un crecimiento descontrolado y una reducción de la apoptosis, o muerte celular programada, dos causas fundamentales del cáncer.
Losritmos circadianos afectan al funcionamiento de los medicamentos, incluidas las modernas terapias contra el cáncer. Las quimioterapias modernas se dirigen a partes cruciales del metabolismo de las células cancerosas. Así pues, administrar las terapias en los momentos en que serán más eficaces mejorará los resultados del tratamiento. Uno de los principales objetivos de los cronobiólogos es comprender cuáles son esos momentos óptimos.
El método del ritmo: Administrar los fármacos contra el cáncer cuando mejor funcionan
Existen varias razones por las que el conocimiento de la cronobiología y los ritmos circadianos puede mejorar el tratamiento del cáncer. En primer lugar, si se actúa sobre partes del metabolismo de la célula cancerosa durante la sección más sensible del ciclo celular, el tumor se reduce y remite más rápidamente. En segundo lugar, muchos fármacos y quimioterapias contra el cáncer deben metabolizarse o activarse antes de ser eficaces. Administrar dosis de estas terapias cuando se activarán a la velocidad correcta aumentará la cantidad de fármaco disponible. Por último, las quimioterapias funcionan mejor en presencia de determinadas hormonas. Los niveles hormonales varían según los ritmos circadianos, por lo que los medicamentos son más eficaces cuando las dosis coinciden con los niveles hormonales beneficiosos.
Reducir la toxicidad con la cronobiología

La cronobiología reduce la toxicidad asociada a la quimioterapia de varias maneras. Cuando los fármacos se administran en momentos más eficaces, se necesita menos cantidad. Hay momentos del día en que los fármacos son mejor tolerados por el organismo, debido a los niveles hormonales del paciente o a su velocidad para metabolizar el fármaco y excretar los metabolitos nocivos. Dado que la quimioterapia conlleva efectos secundarios negativos relacionados con la toxicidad de los fármacos, cualquier cosa que reduzca la toxicidad sin comprometer el tratamiento sería un gran avance en la lucha contra el cáncer.
La cronobiología y el tratamiento del cáncer en la práctica

Los antimetabolitos no son los únicos fármacos de quimioterapia que han demostrado ser más eficaces a distintas horas del día. Estudios realizados en animales de laboratorio han demostrado que 30 fármacos comunes contra el cáncer aumentan su eficacia y reducen su toxicidad cuando se controla el horario para que coincida con el reloj interno del cuerpo.
La cronobiología es una ciencia nueva y en evolución, objeto de numerosos estudios en curso. El uso de la cronobiología en el tratamiento del cáncer puede ser el aspecto más apasionante de esta ciencia y algo que seguiremos de cerca.




