Un nuevo estudio ha descubierto que los adolescentes que recuperan el sueño de forma moderada -pero no excesiva- durante el fin de semana muestran menos síntomas de ansiedad. Los resultados muestran que los adolescentes que dormían hasta dos horas más los fines de semana que entre semana presentaban menos síntomas de ansiedad que los que no dormían más los fines de semana. Sin embargo, dormir más tiempo los fines de semana se asoció con un ligero aumento de los síntomas de internalización.
El sueño insuficiente en los adolescentes se relaciona con un mayor riesgo de problemas de salud mental
«Los resultados muestran que tanto dormir menos los fines de semana como dormir significativamente más los fines de semana se asoció con síntomas de ansiedad más graves», dijo el autor principal Sojeong Kim, estudiante de doctorado en el Departamento de Psicología Clínica y estudiante de psicología en la Universidad de Oregon en Eugene. «Por el contrario, el sueño de recuperación moderado -definidocomo menos de dos horas- se asoció con síntomas de ansiedad más bajos, lo que sugiere que algo de sueño reparador los fines de semana puede ser beneficioso».
La Academia Americana de Medicina del Sueño recomienda que los adolescentes de entre 13 y 18 años duerman entre 8 y 10 horas regularmente para promover una salud óptima. Sin embargo, los datos de los CDC muestran que sólo el 23% de los estudiantes de secundaria duermen lo suficiente en un día escolar promedio. «Muchos adolescentes intentan recuperar el sueño perdido durante el fin de semana», afirma Kim. Un sueño adecuado se asocia a una mejor salud, incluida la mejora de la atención, el comportamiento, la capacidad de aprendizaje, la memoria, la regulación de las emociones, la calidad de vida y la salud mental y física. Por el contrario, el sueño insuficiente en los adolescentes se asocia a un mayor riesgo de problemas como la depresión y los pensamientos suicidas.
En el estudio participaron 1.877 adolescentes con una edad media de 13,5 años. La duración del sueño se estimó mediante dispositivos Fitbit, mientras que los síntomas de interiorización se evaluaron mediante la encuesta Child Behavior Checklist. El sueño de recuperación en fin de semana se calculó como la diferencia entre la duración del sueño en fin de semana y entre semana.
Kim señaló que es importante determinar la cantidad adecuada de sueño de recuperación que sea beneficiosa para los adolescentes que restringen su sueño durante la semana. «Una variación demasiado grande o demasiado pequeña del sueño entre los días laborables y los fines de semana puede contribuir a los síntomas que alguien intenta combatir, como la fatiga física o mental y la sensación de ansiedad», señaló. El resumen del estudio se publicó recientemente en un suplemento en línea de la revista Sleep y se presentó en SLEEP 2025 en Seattle.
Cómo mejorar la calidad del sueño en los adolescentes
Los expertos en sueño recomiendan que los adolescentes practiquen una buena higiene del sueño y que los padres les ayuden a hacerlo. Tan importante es acostarse a horas regulares como evitar los dispositivos electrónicos en el dormitorio, ya que éstos no sólo acortan el tiempo de sueño de los adolescentes debido a la luz azul que emiten estos aparatos, sino que también suprimen la producción de la hormona melatonina, promotora del sueño, y dificultan la conciliación del sueño. También deben reducirse los horarios muy ajetreados, especialmente las actividades inmediatamente anteriores a la hora de acostarse. Las siestas por la tarde también pueden ser útiles.
Los adolescentes cansados pueden beneficiarse de una siesta de 30 a 45 minutos antes de cenar. Según los expertos, ésta es una mejor solución para la falta de sueño en los adolescentes que dormir hasta tarde, ya que esto altera el ciclo de sueño del cuerpo. Por último, pero no por ello menos importante, es importante que haya suficiente luz diurna. Empezar el día con luz solar ayuda a regular el reloj interno del cuerpo, facilitando que los adolescentes se despierten por la mañana y se duerman por la noche.